viernes, 12 de septiembre de 2014

"Rayuela" de Julio Cortázar

Título: Rayuela
Título original: Rayuela
Idioma original: español
Autor: Julio Cortázar
Año: 1963

Fragmento:

"¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des Arts, a veces andando de un lado a otro, a veces detenida en el pretil de hierro, inclinada sobre el agua. Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentrífico. Pero ella no estaría ahora en el punte. Su fina cara de translúcida piel se asomaría a viejos portales en el ghetto del Marais, quizá estuviera charlando con una vendedora de papas fritas o comiendo una salchicha caliente en el boulevard de Sébastopol. De todas maneras subí hasta el puente, y la Maga no estaba.Rayuela, Julio Cortázar


Enlaces de interés:
"Rayuela" en Wikipedia
"Rayuela" en Entre lectores
Capítulo de "Rayuela" leído por Julio Cortázar
Primeras páginas de "Rayuela" en Alfaguara.com
Reseña de "Rayuela" en Alfaguara.com

"Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez

Título: Cien años de soledad
Título original: Cien años de soledad
Idioma original: español
Autor: Gabriel García Márquez
Año: 1967

Fragmento:

"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo. Todos los años, por el mes de marzo, una familia de gitanos desarrapados plantaba su carpa cerca de la aldea, y con un grande alboroto de pitos y timbales daban a conocer los nuevos inventos. Primero llevaron el imán. Un gitano corpulento, de barba montaraz y manos de gorrión, que se presentó con el nombre de Melquíades, hizo una truculenta demostración pública de lo que él mismo llamaba la octava maravilla de los sabios alquimistas de Macedonia. Fue de casa en casa arrastrando dos lingotes metálicos, y todo el mundo se espantó al ver que los calderos, las pailas, las tenazas y los anafes se caían de su sitio, y las maderas crujían por la desesperación de los clavos y los tornillos tratando de desclavarse, y aun los objetos perdidos desde hacía mucho aparecían por donde más se les había buscado." Cien años de soledad, Gabriel García Márquez


Enlaces de interés:
"Cien años de soledad" en Wikipedia
Audiolibro de "Cien años de soledad"
Reseña y argumento de "Cien años de soledad" en Biografías y vidas
Reseña de "Cien años de soledad" en Trota libros
Reseña de "Cien años de soledad" en Periódico de libros
Reseña de "Cien años de soledad" en Libros y literatura
Reseña de "Cien años de soledad" en Nexos